periodo de contacto
Periodo de contacto y conquista española (1511-1697 d. C.)
En 1517, una carabela española naufragó en el Caribe, y alrededor de una docena de sobrevivientes tocaron tierra en la costa de Yucatán. Fueron capturados por un señor maya, y la mayoría fueron sacrificados, aunque dos lograron escapar. Desde 1517 hasta 1519, tres expediciones españolas independientes exploraron las costas de Yucatán, y Tabasco, en este último en 1519 entablaron una serie de combates con los habitantes mayas,88 destacando la Batalla de Centla contra los maya chontales de Potonchán, que fue la primera gran batalla de los españoles en lo que más tarde sería la Nueva España.
Tras las caída de la capital azteca, Tenochtitlán, en 1521, Hernán Cortés mandó a Pedro de Alvarado a Guatemala con una caballería de 180 hombres montados, una infantería de 300 soldados, 4 cañones y miles de guerreros aliados del centro de México;89 llegaron en Soconusco en 1523.90 Alvarado conquistó la capital del reino quiché, Q'umarkaj, en 1524.91 Poco después, los españoles fueron invitados como aliados en Iximché, la ciudad capital del reino kaqchikel.92 Las buenas relaciones no duraron debido a las excesivas demandas tributarias en oro de parte de los españoles, y la ciudad fue abandonada unos meses más tarde.93 Esto fue seguido por la caída de Zaculeu, la capital mam, en 1525.94 Francisco de Montejo y su hijo, Francisco de Montejo «el Mozo», lanzaron una larga serie de campañas contra las ciudades mayas de la península de Yucatán en 1527, y finalmente completaron la conquista de la parte norte de la península en 1546.95 Solo los reinos mayas de la cuenca del Petén permanecieron independientes.96 En 1697, Martín de Urzúa lanzó un asalto contra la capital itzá, Nojpetén, que culminó en la caída de la última ciudad maya independiente.97
Persistencia de la cultura maya
La conquista española eliminó la mayor parte de los rasgos definitorios de la civilización maya. Sin embargo, muchas aldeas mayas se mantuvieron alejados de la autoridad virreinal española, y en gran medida continuaron manejando sus propios asuntos. Las comunidades rurales mayas, y la familia nuclear, mantuvieron su vida diaria tradicional.98 El cultivo de alimentos básicos, como el maíz y frijoles, continuó, aunque la producción agrícola se mejoró con la introducción de herramientas de acero. También se mantuvo la producción de la artesanía tradicional, como el tejido, la cerámica y la cestería. Los mercados comunitarios y el comercio de productos locales continuaron mucho tiempo después de la conquista. Ocasionalmente, la administración virreinal fomentó la economía tradicional con el fin de extraer tributo en la forma de cerámica o textiles de algodón, aunque, por lo general, estos fueron elaborados a las especificaciones europeas. Las creencias religiosas y los idiomas mayas persistieron, a pesar de los grandes esfuerzos de eliminarlas por parte de los religiosos católicos.99 El tzolk'in, el calendario ritual de 260 días, sigue en uso en las comunidades mayas modernas en las tierras altas de Guatemala y Chiapas,100 y millones de hablantes de idiomas mayas habitan en el territorio en el que sus antepasados desarrollaron su civilización.101
Estudio de la civilización maya
Los agentes de la Iglesia Católica escribieron relatos detallados de los mayas para apoyar sus esfuerzos de evangelización y de absorción en el Imperio español.102 Esto fue seguido por varios sacerdotes españoles y funcionarios virreinales que dejaron descripciones de las ruinas que visitaron en Yucatán y América Central.103 En 1839, el escritor y viajero estadounidense John Lloyd Stephens visitó varios sitios con ruinas de ciudades mayas, junto con el arquitecto y dibujante inglés Frederick Catherwood.104 La publicación de los relatos ilustrados de las ruinas provocaron gran interés, y trajeron la civilización maya a la atención del mundo.102 La segunda mitad del siglo xix vio el registro y la recuperación de relatos etnohistóricos de los mayas, y se dieron los primeros pasos en el desciframiento de los glífos mayas.105
Durante las dos últimas décadas del siglo xix se inició la arqueología científica moderna en la región maya, con el trabajo minucioso de Alfred Maudslay y Teoberto Maler.106 A principios del siglo xx, el Museo Peabody decidió patrocinar excavaciones en Copán y en la península de Yucatán.107 En las dos primeras décadas del siglo xx, se lograron avances en el desciframiento del calendario maya, así como en la identificación de las deidades, fechas y conceptos religiosos.108 Desde la década de 1930 en adelante, el ritmo de exploración arqueológica aumentó considerablemente, y se llevaron a cabo excavaciones a gran escala en toda la región maya.109
En la década de 1960, el distinguido mayista J. Eric S. Thompson promovió la idea que las ciudades mayas serían centros ceremoniales esencialmente vacantes que servían a una población dispersa en la selva, y que la civilización maya hubiera sido regida por sacerdotes-astrónomos pacíficos.110 Estas ideas empezaron a colapsar tras los importantes avances que se lograron en el desciframiento de la escritura maya en el siglo xx, liderado por Heinrich Berlin, Tatiana Proskouriakoff y Yuri Knorozov.111 Con los avances en la comprensión de la escritura maya que se lograron desde la década de 1950 en adelante, los textos revelaron las actividades bélicas de los reyes mayas clásicos, y ya no podía sostenerse la idea de que los mayas fuesen pacíficos.112 Minuciosas investigaciones del patrón de asentamiento de las ciudades mayas revelaron evidencia de grandes poblaciones urbanas, poniendo fin al modelo del centro ceremonial vacante.113



 
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